Alguna vez haz experimentado el tener sexo con un fantasma? Este relato de ciencia ficción te mostrará el fetiche de la espectrofilia a otro nivel…

¡Tuve sexo con un fantasma! | Relato erótico de terror

Llevo un par de meses sola, mi esposo se encuentra ausente por temas de trabajo viajando alrededor del mundo, yo orgullosa de él viéndole crecer profesionalmente, y aunque le he manifestado en repetidas ocasiones que me hace falta sentirlo, besar sus bellos y carnosos labios, hemos optado varias veces por hacer videollamadas en donde sexteamos y con ayuda de diferentes juguetes sexuales que se pueden manejar a control remoto. Sin duda la pasamos de maravilla, él siempre todos los días me llama, hablamos por mensajes de texto para expresarnos mutuamente lo que tenemos que decir, eso sin duda es lo que nos ha ayudado a no perder la llama de la pasión entre los dos. Pero aún así no se puede comparar el sexting con el contacto físico de una relación sexual.

Y bueno, pasó mi día como cualquier otro, intentando no pensar en lo aburrido que era no tener a mi hombre cerca de mi, haciendo las tareas diarias en mi hogar, trabajo remoto en la cafetería y de vuelta a casa para hacer la cena. Me deleité con unos espaguetis a la carbonara acompañado de un rico vino tinto que hacen juego con la noche fría en la ciudad. Hasta que llegó la hora más esperada del día! Al fin puedo conectarme con mi esposo por videollamada.

– Hola mi vida! te extraño mucho! ¿cómo te fué hoy? Mi esposo a través de nuestra videollamada.

– Amo escucharte de nuevo cielo, ¿cómo estuvo mi día? la verdad algo aburrida. También te extraño amor. Le respondí con sentimiento.

Mi esposo me contaba que su jefe le ha propuesto un nuevo cargo en el que ganará más, pero, eso implica que se tiene que mudar a Italia. Yo impactada y muy feliz por la noticia le dije -«qué bueno mi vida! Pero ¿qué le respondiste? a lo que él me respondió -«mi amor, le dije que tenía que hablarlo primero contigo, pues sin mi mujer no iré a ningún lado. Además estoy harto de no verte por meses» Me explicó él. Yo encantada por la propuesta y bastante sentimental -«¿quieres que vaya contigo a vivir a Italia? a lo que él me respondió con un sorpresivo y contundente !SI!. Encantada por la noticia grité de la felicidad y me serví otra copa de vino.

Mientras bebía un poco, podía notar como si alguien detrás de mi estuviera observándome, sé que puedo ser a veces muy sensible a las energías, pero esta vez sentía como si un ente estuviera dentro de mi casa. Sin embargo, no le presté atención y seguí con la videollamada con mi amor. Él me mencionaba los planes que haríamos, las visitas a Roma y diferentes lugares turísticos de la ciudad, estaba yo maravillada, mientras él me hablaba yo fantaseaba con la idea romántica de tener encuentros especialmente sexuales en alguna habitación de nuestro próximo apartamento en Italia.

Riéndome con la idea, vi hacía mi ventana y no se si era el alcohol que comenzaba a hacer efecto, pero pude ver como un espectro con un rostro algo distorsionado, pero sin duda era el de una mujer, de la nada aparece y me sonríe.

Estupefacta me congelé, no supe nada más que hacer, -«amor…. ¿amor? ¡AMOR!» me llama con desespero mi esposo. Yo saliendo del embrujo atónita le respondí -«aquí estoy! lo siento es que vi algo en la ventana… no es nada tranqui» -«¿segura?» pregunta mi hombre preocupado -«si! si! estoy bien amor» le afirmé con dulzura para que no se preocupara. -«¿que tal si mejor conectamos los juguetes y nos divertimos un rato?» Le pregunté, pues mi sentido de placer quería ser experimentado. A lo que mi amor responde con un  -«será todo un placer orgasmear juntos» yo ya empezaba a excitarme con solo saber que estaríamos juntos. Saqué mi huevo vibrador y lo conecté a mi teléfono, él hizo lo mismo, sacó su estimulador para conectarlo con la misma app que yo estaba usando, para así sincronizar las vibraciones y ambos sentir el mismo placer.

Así comenzamos nuestro juego, esta vez fui yo la que puse una situación, en la que ambos teníamos que imaginar, como si estuviéramos físicamente juntos. -«acaricio cada parte de tu cuerpo, empiezo por tu cuello y bajo lentamente por todo tu pecho dándole besos hasta llegar poco a poco a tu pelvis, rozándola lentamente con mis manos, apretando al mismo tiempo tus muslos, mmm amo la textura de tu piel, me vuelve lo…..ca» él había encendido los juguetes, puso a mi huevo vibrador en movimiento, mmm, estaba empezando a sentir calor en todo mi cuerpo. Hasta que siento la presencia extraña observándome, pero esta vez estaba justo al lado mío, lo más raro de todo, es que podía percibirlo, y solo hasta que puso sus dedos en mi cuello acariciándolos lentamente hasta llegar a mis pechos, pude entender que esto no se trataba de un ente, sino de un fantasma! un fantasma sexual que quería llevarme a experimentar el máximo placer… Al comienzo me dio un poco de miedo, no pude contemplar la idea, de tener sexo con un fantasma, sin embargo, mi miedo se desvaneció cuando ese fantasma me tocó las piernas, poco a poco y lentamente siento como si estuviera a la merced de que le dejase pasar.

-«Me encanta tu cuerpo, ven quitémonos las prendas» me dice él.

Yo un poco ebria, pues ya casi me terminaba la botella de vino, respondí a su petición, mientras él también se desnudaba para mi. Volví a recostarme en el sofá de la sala y activé el siguiente nivel de vibración de nuestros juguetes, mmmm, la sensación de libertad y placer eran impresionante.

El ente seguía acariciándome, jugaba con mis pechos, pellizcando mis pezones con lujuria, por un momento en medio de lo alcoholizada que estaba, pensé, si esto es real, puedo soportar la idea de tener sexo con un fantasma, sonreí y abrí mis piernas.

-«Eso… adoro ver tu coño chorreando» detalla él, algo que yo no había notado, me impulsé a tocar con mis dedos mi vulva y la línea de flujo vaginal bajaba por mis nalgas, era deliciosamente exquisita. A lo que nuestra faena se basó en seguir con la fantasía. -«oye, déjame verte disfrutar» mi esposo pulsó el siguiente nivel -«mmm mírate, eres toda una belleza, qué rico lamer tu húmedo coño con dulzura, pasar lentamente mi lengua, moviéndola en círculos… arriba… abajo, me fascinas» a lo que él me decía eso, pude sentir literalmente como una lengua pasaba lentamente por mi concha, estaba húmeda y caliente, ¡no podía ser verdad! Estaba en pleno furor, no podía contenerme más con la idea del sexo con un fantasma, me estaba lamiendo el clítoris con dulzura y con una finura que no puedo explicar, era impresionantes sus movimientos, que de la misma excitación no hice más que dejar que el placer fluyera y no prestarle atención a los pensamientos de advertencia en mi cabeza, quería centrarme en el placer que por primera vez después de dos meses no había sentido que me comieran el coño a un ritmo espectacular, si eso era tener sexo con un fantasma, yo feliz de que me visitara y pasarla así de bien cada noche.

En medio de la excitación veía a través de mis ojos entrecerrados como mi esposo al verme retorcer de placer, deslizaba su estimulador de arriba hacia abajo, su cara de placer inundaba mi mente haciéndome sentir cada vez más, poco a poco fui subiendo la velocidad de los juguetes, hasta que llegamos al máximo nivel. Sabía que era pronto y que ambos queríamos más y más…

-«Oh si! no sabes cuanto me fascinas, adoro la manera en que te mueves, tus labios finos y carnosos, tus caderas en frente a las mías, mientras te penetro con firmeza golpeando levemente con mi pubis tu clítoris, wow, eres espectacular esposa mía, no puedo esperar a verte de nuevo y sentir tu piel»

Yo extasiada goteando, me salía un genuino gemido que daría paso a los siguientes ronroneos, como una gata en celo. El sexo con un fantasma se volvía cada vez más sintiente, parecía que realmente le gustaba lo que estaba haciéndome sentir, gemir y gozar sin parar, poco a poco pude contemplar el calor de mi cuerpo subía hasta mi cabeza, de manera que el aire frio que emanaba el tener sexo con un fantasma contrastaba perfectamente… más y más, succión tras succión. -«te amo tanto, quiero que sigas, y me hagas venir, ruge, cómeme, soy toda tuya» decía yo en mi película, que la verdad no sabía si también el tener sexo con un fantasma, me llegase a imaginar decírselo a ella (al parecer según había visto en el espectro era mujer). No le dí más mente.

El extasis de apoderó de mi y comencé a gemir, mi esposo también lo hacía al verme llegar poco a poco a ese poderoso orgasmo… -«vamos, sii! hazlo, qué rica estás mi amor…. mmm ahhh!»  gemía al clímax que experimentaba, y al mismo tiempo me déjé llevar hasta sentir que el ente bajaba hasta mi ano, impresionada de su habilidad, abrí más las piernas para que lamiera mi culo, diosss, era impresionante, el placer que el sexo con un fantasma me estaba provocando, no podía creerlo, me quedé estupefacta, hasta que los nervios de todos mis genitales se hacían más contundentes… -«sii qué rico!» exclamé, ella empezó a mover su lengua en círculos, una y otra vez con más fuerza y rapidez, cosa que ningún poder humano terrenal pudiera lograr sin parar ni un minuto. Estaba atónita, luego sentí cómo su dedo tocaba mi clítoris con más intensidad, en ese momento solo podía pensar en que si moría, moriría feliz.

Y el momento que más placer me causó fue gracias al tener sexo con un fantasma… y mi esposo, claro 🤭

Mi mente estaba en otro planeta, estaba delirando, tanto que en un microsegundo de pensamiento creí que me volvería demente, hasta que… -«me ven…go! oh! ahhh!» exclamó él. Al yo escucharle, automáticamente la rapidez de los movimientos de este ente, se aceleraron a tal punto que no supe comprender si en realidad era eso posible, la rapidez de sus movimientos me hicieron orgasmear, una y otra y otra, y otra vez… debido a que no paraba lo que el me estaba causando el sexo con un fantasma que me estaba ocasionando, el tiempo fue indescriptible; no recuerdo con exactitud de cuánto fue el tiempo de ese gran orgasmo, pero lo que si sé, es que mis piernas temblaban y mi vagina se contraía en ocasiones seguidas sin parar…

Una vez llegué al límite, pude ver como el espectro de la ventana me miró y desapareció sin más.

Estaba tan relajada y exhausta al mismo tiempo, que solo pude ver a mi esposo, él estaba igual que yo, aunque no sabía lo que realmente acababa de experimentar, terminamos con un te amo y colgamos la llamada. Tumbada en el mueble, solo me reía de lo loco que fue y que tal vez se lo contaré cuando nos mudemos a Italia. En medio de mi reflexión after sex, me dí cuenta que mi deseo de volver a sentir un contacto «físico» o bueno la sensación, me la dio un fantasma, esa enigmática mujer que se apareció como un espectro en mi ventana, y que gracias a tener sexo con un fantasma, me hizo sentir la mujer más deseada y excitada en esa noche.

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