Tener placer en la vida es uno de los deseos más antiguos en cualquier sociedad. Por ello, no sería extraño que una de las profesiones considerada de las más antiguas del mundo se presente como alto nivel de negocio, generando un exhaustivo debate acerca de todas sus legalidades. Innumerables tabúes aparecen cuando la herramienta de trabajo es el propio cuerpo y no se necesita la búsqueda de alternativas tecnológicas o estudios dentro de instituciones de enseñanza.
Sin embargo, la competencia y la diversidad de opciones de ocio y sexo también evolucionan con el tiempo. Es lo que ayuda a que en esta rama también ocurra un fenómeno de búsqueda de mejoras en lo que se refiere a atendimiento y atención por parte de las escorts y damas de compañía en Medellín, que van más allá del simple placer del sexo.
Dentro de esa misma categoría de profesionales del sexo se encuentran diferentes tipos de servicios y los más diferentes precios. Desde el sexo con valores de servicios más baratos a veces considerados express por ser realmente más rápidos, a las más bellas y completas damas de compañía de Bogotá, todo depende de lo que se busca y para cual finalidad.
No obstante, en los últimos tiempos ha surgido y popularizado el término escort o acompañantes de lujo de alto standing. Son estas reconocidas como profesionales de gran reputación, que acompañan a los interesados para las más diferentes actividades propuestas.
El estigma que las profesionales cargan al hacer parte de este negocio es eminente. Por ello, Skokka busca aclarar las dudas acerca del mundo de las escorts, que es normal que sean muchas. ¿Son los servicios de escorts más que sexo? ¿Es esta una cuestión de clasismo?
Cuál sea la respuesta, se considera algunas diferencias desde la forma de postularse hasta todos los tipos de servicios que suelen ofrecer. Desde fuera, las escorts en Cali son las tradicionales acompañantes de ejecutivos y personas con un conocido status social. Desde cerca, es mucho más que tener sexo y solamente pasar un rato. Es una etiqueta social.
Las escorts en la sociedad
Las escorts también pueden ofrecer sexo. No obstante, a diferencia de una prostituta tradicional que suele captar clientes en discotecas, calles además de algunos hoteles y otros locales para prestar servicios sexuales, para contratar esos servicios especiales, de forma general, se busca por internet o por contactos que ya utilicen los atributos de estas profesionales.
En la actualidad, las herramientas tecnológicas son un logro. Es donde se puede elegir desde de la imagen hasta el perfil que uno desee para un encuentro. Una escort explora la estética para seducir a los hombres de alto poder adquisitivo.
Sin embargo, las escorts son algo refinadas y actúan como compañía en grandes eventos sociales, de hombres públicamente conocidos y que necesitan enseñar una hermosa mujer a su lado como señal de que todo sale completamente perfecto dentro de los moldes de la sociedad.
El precio que se paga para tener una escort suele ser alto. Además, muchas escorts lo son por elección propia, lo que fortalece la idea del empoderamiento femenino y permite que se pueda entrar a cualquier esfera social. Tener esa posición dentro de la rama de este negocio requiere saber lidiar con diferentes niveles sociales, diversos ambientes y tipos de personas con las cuales se tiene contacto y negocios.
Por ello, ser escort es mucho más que solamente tener sexo. Es una cuestión de ocupar la posición de importancia al lado de hombres que necesitan una buena imagen. Las mujeres que deciden ofrecer estos servicios de acompañantes se acostumbran a lo que mejor hay. El mejor vestirse, los más bellos accesorios, zapatos y bolsos, el uso del intelecto de una forma diferente a quien solamente ofrece sexo.
Lujo y clasismo
Hombres de la más alta gama de la sociedad, personas que vivencian las más diversas experiencias de lujo, buscan tener siempre la mejor imagen. Mientras tanto, no es raro ver a las mas bellas escorts que son mucho más que solamente sexo junto a ellos.
Si, es placer. Aunque en este caso, las acompañantes de lujo colaboran para una placentera disputa de quién tiene más y quién puede ofrecer más. El que tenga la más bella mujer a su lado. Es más, una escort, a diferencia de otras profesionales, suelen analizar si vale la pena salir con ciertos clientes, incluso pueden rechazar ofertas.
Es la diferencia entre la pura y dura necesidad y la decisión de hacer mucho más que sexo ganando espacio en nuevos círculos sociales. Es ser parte de un lujoso y clasista momento, importante en los círculos sociales de un hombre.
Conocer a una escort puede ser una experiencia inolvidable. La combinación de belleza, clase y más. Al fin y al cabo, status, posición social y las más bellas compañías son parte de un conjunto necesario en la vida de algunas personas.
Excelente